En esta exposición Gaby Grobo realiza sus obras con elementos incorporados. El principal entre ellos es la raíz. La integración de raíces en su obra implica un mensaje conceptual íntimamente ligado a la esencia de ese componente.
La raíz que fija al árbol absorbe los nutrientes y los conduce para mantenerlo en vida, sin ella esa existencia sería imposible. La raíz no es una metáfora, es el sostén real del árbol, su arraigo. Y en este caso no está representada sino integrada en la obra de arte, forma parte de la narración de la obra, lo cual significa destacar la cuna, la historia del ser, la memoria de su pasado… el génesis.
Este diálogo que Grobo establece con la raíz es para centrar en el mensaje el origen como sostén y desarrollo de la vida. Nuestro presente es como el árbol que se constituye de una raíz, su pasado, su historia. La modulación de nuestro presente depende de nuestra memoria del pasado, de esa raíz que lo forma. Sin olvidar que al capturar la emoción de una obra de arte se crea una raíz que nos amalgama a ella.
La artista logra una fusión armónica entre lo figurativo de la raíz y lo no figurativo de las formas abstractas apuntaladas con los colores y las texturas. Trazos que danzan y se entremezclan con el objeto en una estética que le es propia. En la observación más aguda de la propuesta, todos los elementos de la obra —raíces, paja, útiles de trabajo— de alguna u otra manera tuvieron contacto con la tierra. Esa tierra que sostiene y testimonia nuestra historia.
Eduardo Carballido